Edición 172

Sin embargo, a pesar de la baja mortalidad, existen determinadas “zonas calientes” enelmundodonde se concentranestos accidentes, como sonAustralia, California, Florida, la Isla de Reunión, Hawai, etc. Muchas de las víctimas son nadadores y surfistas, y enmuchos casos las causas son por imprudencia al nadar en condiciones de mala mar, baja visibilidad, etc, en las que los animalesmuerden cualquier cosa que esté por la superficie, para ver de qué se trata. Nodebemos olvidar que los océanos están cada vez más escasos de peces, y por tanto de alimento, y los tiburones rastrean cualquier cosa que les pueda resolver su difícil vida de búsqueda de sustento. Considerando que cada vez hay más personas en el agua, la probabilidad de incidente, aunque ínfima, es cada vez mayor. L os buceadores somos personas con gustos extraños. Algunos de nosotros amamos a los tiburones, que son potencialmente peligro- sos, y nos apasiona el buceo con ellos. Y a pesar de ello nos seguimos sumergiendo con ellos. ¿Por qué lo hacemos? Las razones son muy personales, desde los que de- seanunaexperienciaconaltosnivelesdeadrenalina, hasta los que admiramos la impresionantenatación y forma de moverse de estos majestuosos animales ¿Es seguro? Los tiburones son animales salvajes y de las más de 500especies de escualos que existen, solamenteuna decena de ellas son peligrosas para los humanos. Es cierto que al igual que se hace en las experien- ciasdeavistamientodediversos animales salvajes del tipo “superdepredador peligroso” hay que recurrir siempre a ciertas medidas de seguridad. La presencia de los humanos para estos animales a menudo supone una molestia, perturbación o impacto ynopodemos esperar que suconducta, siendo animales agresivos para sus congéneres y para sus presas o depredadores, sea la de indife- rencia y sumisión, y tampocodebemos descartar conductas agresivas. ¿Están las aguas infestadas de tiburones? Cuando te sumerges por diferentes mares uno descubre que los tiburones son escasos y que es difícil encontrarse con uno, salvo en zonas don- de suele haberlos, y en esos casos no hay tantos como nos gustaría. ¿Tenemos que preocuparnos por la presencia de tiburones en el océano? La verdad es que las cifras hablan por sí solas, y de los datos de Global Shark Attack File, el organismo encargado de registrar los ataques de tiburón desde principios del siglo XX, se obtiene que la probabilidad de morir por ataque de tiburón es de 1 entre 3.800.000, casi des- preciable. Así que podemos decir que es casi imposible morir de un ataque de tiburónyaqueal añono seproducenmás deunadecenademuertes por incidentes con tiburones: no atacan por lo general a los humanos. Algunas playas optan por avisar a sus bañistas del peligro de presencia de tiburones Foto: Luis Abad 13

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