Edición Especial COVID-19

La naturaleza recupera espacios Tras estadespoblacióntemporal de losnúcleosurbanos, la naturaleza no ha tardado en tratar de recuperar sus espacios perdidos, así vemos una larga listadediferentes especies de animales marginados, que al darse cuenta de la inactividad y estar las ciudades semivacías y sin tránsito, se han aventurado para explorarlas o buscar alimento en ellas. La fauna nativa no domesticada, en parte ha sido be- neficiada por la presencia del coronavirus, ya que se ha presentado tanto la regeneración de ámbitosmarinos y silvícolas, como una reducción del tráfico ilegal y con- sumo de fauna salvaje; aunque por otro lado los caza- dores y pescadores furtivos al haber menor vigilancia, han podido incrementar su actividad ilegal. Un punto de reflexión Debido a la presencia sanitaria de esta pandemia, en general se coincide en la necesidad de resaltar en que debe de haber un antes y un después tras esta crisis. Como se hamencionado, es importante considerar que esta reducción es debida al confinamiento y supone un estado de excepción; por supuesto, la prioridad es dete- ner la propagación del COVID-19 y frenar todo intento de nuevos brotes. Habiendo logrado esto, deberemos concientizarnos enadoptarmedidas contundentes en la regulaciónde la contaminaciónpara tener un ambiente más saludable y entender que en su área de influencia, cada persona ejerce un impacto en la naturaleza. Es necesario incentivar la economía verde con un enfo- que en la restauración de los ecosistemas y la biodiver- sidad, mediante un incremento de reservas naturales, la reducción de la contaminación y ralentizar el proceso del cambio climático. 36 Desde las esferas más altas como el PNUMA (Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente) y ONG´s en todos los países, se deben conformar protocolos para detectar la presencia de enfermedades infecciosas zoonó- ticas; es decir que se transmiten de forma natural de los animales a los seres humanos. Según Conservación Internacional (con quien estamos en total acuerdo), debemos cambiar la forma en que interac- tuamos con la naturaleza; ya que en los últimos 50 años, se ha presentado una drástica disminución de la cubierta boscosa destruyendo la biodiversidad y el hábitat de la fauna silvestre, ocasionando que su población haya dismi- nuido en un 60%; con ello animales y humanos son más propensos a enfermarse, por lo que se ha cuadruplicado el riesgo zoonótico. Por lo anterior hay dos acciones inmediatas a llevar a cabo para prevenir este tipo de pandemias: * Detener la destrucción de la cubierta vegetal y alteración de los ecosistemas y * Frenar el comercio ilegal y consumo de fauna silvestre. Para reducir el impacto ambiental después de la pandemia debe- remos realizar cambios en los sistemas de producción más limpios y sostenibles como en nuestros hábitos de consumo. Es vital dar la misma importancia para controlar el cambio climático, reducir las emisiones de gases de efecto inverna- deroy frenar la contaminaciónde losmares, al utilizadopara frenar la pandemia. Cualquiera de estos problemas ecológi- cos que se desborde, podrá ocasionar pérdidas similares o mayores a las que se viven actualmente. Foto: Ivan Salazar G Mare Nostrum Expediciones

RkJQdWJsaXNoZXIy OTE4NTg1