ESPACIO PROFUNDO 139

La burbuja debe considerarse cada vez más como el factor desencadenante de la enfermedad disbárica, y no debemos pensar necesariamente que un "bloqueo por burbujas" es el resultado del problema. Estudios muy recientes del grupo de A. Brubbak coinciden en gran medida con esta idea en cuanto a la fisiología humana (Brubakk et al., 2005). De hecho, tan pronto como la cantidad de burbujas en la cir- culación, su volumen y por consiguiente, su efecto en el endotelio es suficiente (esta palabra fue escogida intencionadamente, porque en realidad nadie conoce lo que es el "Efecto de masa" que es necesario para provocar la secuencia de cascada). Esto provocará una multitud de reacciones originadas en el endotelio y que son así liberadas a la circulación. Estas reacciones incluyen la producción de micropartículas endoteliales, que son capaces de evitar el filtro pulmonar, generando reacciones en cascada que pueden liberar émbolos en la circulación sanguínea provocando la coagulación de la sangre y, por consiguiente, la destrucción de venas (incluso de arterias) sin que las burbujas hayan siquiera alcanzado el tan temido "Volumen crítico". Las "burbujas asintomáticas" no son tan inofensivas de lo que se podría pensar, y debe fomentarse todos los métodos dirigidos a evitar las formación de éstas.. Foto: Iván Salazar G. Mare Nostrum Expediciones 54

RkJQdWJsaXNoZXIy OTE4NTg1