Edición 170

A lo largo de la historia, han existido pioneras en el mundo del buceo, abarcando desde buzas como Dottie Frazier quien fue la primer buza con escafandra y la primer instruc- tora de buceo SCUBA; Zale Parry recordada como pionera enel buceo, fotógrafa submari- na, primera actriz de películas con imágenes submarinas y primera mujer en comerciali- zar cámaras hiperbáricas para civiles. Otra mujer inspiradora es Syl- via Earle, quien se ha converti- doenun íconode laprotección de la vidamarina y embajadora deNationalGeographicpara la protección del océano. Todas y cada una de ellas han logrado inspirar y alentar a muchasmujeres a formarparte del buceoyaexplorarelmundo submarino. De acuerdo con las estadísticas a nivel mundial hay más hombres certificados con equipo SCUBA, que mujeres (30% mujeres -70% hombres). En el pasado, este mundo era exclusivo para los hombres y a él sólo se podía acceder por medio de la imagi- nación, provocada por los relatos de otras personas. La participación de las mujeres en actividades de buceo ofrece la oportunidad de observar desde otra perspectiva el espacio submarino, debido a que las mujeres tienen una dinámica de buceo distinta a la de los hombres, ya que son más conscientes de su entorno, se orientan mejor y tienen una gran concentración en lo que sucede a su alrededor. Además, en términos generales las mujeres tienden a ser más conscientes de su alrededor y observan más las medidas de seguridad. Foto: Dottie Frazier. Skin Diving History En México se tiene registro de varias mujeres que han pasado esa barrera y decidieron sumergirse en el mundo del buceo. La gran mayoría de estas historias vienen acompañadas de mucho apoyo de sus grupos cercanos (familia, comunidad, amistades), siendo este apoyo uno de los pilares para la continuidad y logro de sus metas en el mundo subacuático. Un ejemplo de estas mujeres en México, se da en la comunidad de Ligüí, Baja California Sur, don- de en 2007 Claudia Talamantes se aventuró a tomar su primer curso de buceo alentada por su familia y pareja. El gran amor de Claudia por el mar está pasando a sus hijas y a más niños de su comunidad. Como ella dice "se tiene que conocer algo para poder amarlo, así que mi misión es mostrarles a esas nuevas generaciones lo bello que es el mar". Hoy en día, su ejemplo y el de otras pioneras ha inspirado a más de 40 mujeres -hijas o esposas de pescadores- en su comunidad y en otras partes de México, atreverse a hacer cosas antaño inimaginables, como adentrarse a las profundidades del océano, rompiendo barreras y estereotipos. Esta generación de buzas ahora participa en el monitoreo y cuidado de los recursos submarinos. Otro ejemplo es Esmeralda Albáñez quien forma parte de la primera generación de buzas, hija de uno de los socios fundadores de una cooperativa pesquera. Esmeralda lidera un proyecto de producción y diseño de artesanías con conchas de recursos marinos y forma parte del grupo de buzas que realizanmonitoreo submarino biológico y oceanográfico en los sitios de pesca y no pesca de la cooperativa de la Isla Natividad, en el Pacífico de Baja California. El gran amor que tiene por su isla, su compromiso por superar retos, su motivación y perseverancia, la han conducido a los logros que ahora abandera. Ella misma comenta que el proyecto de artesanías dará empleo en la isla y proporcionará una actividad alternativa a más mujeres de la comunidad. Además, iniciati- vas como esta ayudan a diversificar las fuentes de empleo en comunidades rurales y visualizar las actividades e impacto de las mujeres en proyectos comunitarios. Esmeralda y su papá Don Armando Foto: Concepción Varela Mitzi Leal y su papá El Ruso Foto: Noemí Padilla Foto: Zulma Talamantes Claudia Talamantes y su familia 43

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