Edición 176

ara todos quienes buceamos, uno de nuestros sueños es encontrarnos con grandes Además, se tienen registros de que esta especie puede llegar a vivir más de 80 años y su creci- miento nunca se detiene. Todas estas caracterís- ticas, han hecho que esta especie sea considerada el pez óseo de mayor tamaño que habita en la ac- tualidad a lo largo de la costa de California, E.U. y hacia el sur en la costa occidental de la Península de Baja California y el interior del Golfo de Cali- fornia en México. En las costas de Baja California, habita el famoso rey de los bosques de sargazo gigante, “el Mero Gigante”. animales en nuestros buceos, ya sean tiburones, ballenas, mantarrayas, o algún pez de gran tamaño. Hoy en día eso es cada vez más difícil debido a la disminución en su abun- dancia en los mares. Sin embargo, en las costas de Baja California, habita uno de los peces más imponentes, el famoso rey de los bosques de sargazo gigante, “el Mero Gigante” ( Stereole- pis gigas ). Bucear con meros gigantes, puede convertir un día de buceo en uno me- morable en tu bitácora y transportar- te al pasado cuando peces de enor- mes tamaños nadaban en los mares. Pero lograr ver estos peces puede requerir de un poco de esfuerzo y suerte, encontrarte en el momento y lugar indicado, además, contar con un poco de conocimiento sobre su hábitat y su comportamiento. En estas pocas líneas te contaremos cómo comenzamos a estudiar y bu- cear con estos gigantes. El mero gigante es un pez óseo, que como su nombre lo dice, tiene un enorme tamaño, llegan a medir casi los 3 metros, y pesar más de 250 kilo- gramos. Para lograr imaginar lo que es encontrarse con uno de estos meros buceando, po- dríamos describirlo como encontrarse con un pez, con la actitud de un perro dócil, el apetito de un tiburón, pero del tamaño de un auto pequeño, el cual se encuentra suspendido casi inmóvil en la columna de agua. Estos peces son muy curiosos y en cierta forma apacibles, es común oír historias de buzos pescadores que han tenido grandes experiencias con esta especie, muchos de ellos cuentan que al estar trabajando bajo el agua, los meros tocan levemente sus cabezas mientras ellos están tratando de capturar un abulón o algún erizo. P 7

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