Edición Especial COVID-19

eguramente a través de redes sociales se han visto imágenes de desolación, en donde se denota que el ir y venir de la dinámica cotidiana se ha parado y el reloj ya no caminara, ello debido al confinamiento como una de las mejores formas de frenar el contagio del virus, y por consiguiente, nos ha convertido de participantes dinámicos a simple espectadores lejanos. El hecho de que la actividad humana se haya ralentizado no quiere decir que el dinamismo en la naturaleza tenga el mis- mo comportamiento; por el contrario el medio ambiente ha tenido efectos positivos inmediatos, entre los que se destacan: Menor contaminación atmosférica A raíz de la cuarentena globalizada, se ha registrado en algunas partes una disminución de la contaminación en importantes complejos industriales como en las principales zonas urbanas del mundo, llegando a reducirse hasta en una cuarta parte el nivel de contaminación de CO 2 y NO 2 y algunos datos arrojan que hay una reducción de 100 millones de toneladas en el consumo de energía y sustancialmente de la misma manera, las emisión de gases de efecto invernadero. Debidoa la reduccióndrásticade la actividad industrial, urbana ydel tráfico automovilístico como aéreo, se ha reflejado en el ambiente atmosférico una disminución de la contaminación Es importante hacer notar que esta situación la cual es de carácter circunstancial y temporal, que rebasa fronteras, al concluir con la cuarentena yque los gobiernos llevena caboestímulos para reactivar la actividades económicas, seguramente volverá a la normalidad la actividad urbana e industrial y con ello, los diversos contaminantes empezarán a regresar a sus niveles normales. 33 La Organización Meteorológica Mundial (OMM) advirtió que la reducción temporal de las emisiones mejora en parte la calidad del aire; pero los expertos advierten de una posible subida extrema de las emisiones al termino de la emergencia. El coronavirus en el agua No existen aún estudios específicos de la supervivencia del covid-19 en entornos acuáticos, por lo que OMS basa sus reco- mendaciones en las evidencias científicas recogidas para otros coronavirus, los que tienen morfología y estructura química similar. Como ejemplo, el virus de la influenza muere cinco minutos después de estar en contacto con agua potable con un cloro residual de 0.3 miligramos por litro. Pero ¿qué pasa con el agua de mar y el de las piscinas?. El Consejo Superior de Investiga- ciones Científicas (CSIC) de España analiza cuáles son las probabilidades de infección en estos entornos. Imagen: WellWo.com Imagen: hablandoenvidrio.com S Foto: Ivan Salazar G Mare Nostrum Expediciones

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