Observamos escasas elevaciones al sobrevolar la Península de Yucatán; debido a esta morfología y formación geológica, no existen escurrimientos superficiales y el vital recurso se localiza en el subsuelo. Los lugares de acumulación acuífera se les conoce como cenotes, y son vulnerables ante el desarrollo urbano. Conocerlos y estudiarlos representa un gran reto tanto para científicos, como a exploradores que los nutren con sus hallazgos.
Existe una relación muy estrecha entre lugares naturales, creencias místicas y mágicas de los mayas por lo que:
“Pido permiso a los Aluxes y Ha’kanules guardianes espirituales y del agua, para penetrar en el Dz’onot y poder dar a conocer mediante diversos reportajes y artículos de divulgación, en estas dos ediciones especiales, parte de los secretos que en sus entrañas guardan”.